En un velero de cierta envergadura, cerca de 18 metros de eslora con un desplazamamiento en torno a las 24 toneladas, que podríamos ya empezar a considerar grande, aunque esto último depende de con qué lo comparemos y en qué estemos habituados a navegar, la sensación que produce al navegar a vela con viento fresco es la de estar siendo llevado con gran inercia bajo una fuerza que tensa jarcia y velas que en cierta manera te sobrepasa.
Un auténtico come millas que tiene hambre de mar y le abre el apetito a uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si eres una persona de bien, deja aquí tu comentario