martes, 15 de julio de 2014

NAVEGAR POR PLACER

Las  sensaciones de navegar a vela ocupan un abanico que va desde las emociones fuertes que nos pueden producir las condiciones duras de viento y mar, pura adrenalina o auténtico latazo (depende), al más puro relax anti estrés en condiciones tranquilas.

Navegar sin tiempo y sin rumbo fijo, con una brisa de doce a quince nudos y mar rizada no tiene precio. 
Encontrar, además, un buen fondeadero para descansar dejándose mecer por el mar, comer, dormitar, leer, escuchar música, darse un baño y secarse al sol y la brisa es ya la releche.

Hacía algún tiempo que no experimentaba el placer de navegar por placer y este fin de semana, gracias al amigo Eddy que nos prestó su barco, mi chica y yo pudimos disfrutarlo por la Ría de Ares.
El barco es un viejo Dufour 34 que navega muy bien, cómodo pero sin concesiones a los grandes lujos, lo justo para disfrutar de la mar y la navegación despreocupadamente. Qué mejor lujo que este… ¡Perfecto!

¡Muchas gracias Eddy!








2 comentarios:

  1. Tienes mucha razón. Aparte de la meteo y la zona, una buena compañía es fundamental. Una mala, puede arruinar todo con esas preguntas de ¿falta mucho? ¿Cuando nos vamos?... etc
    Un abrazo
    j

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