miércoles, 11 de marzo de 2015

CASAS BARCO

Que no barcos casa.

Una solución bastante extendida en las islas del norte por pescadores y cribeiros para hacer cobertizos, incluso casas, es reutilizar los cascos de viejos botes o barcos como cubierta, es decir, como tejado.

Donde las cerchas son cuadernas y los forros de tingladillo conforman los faldones del tejado.
Aunque también pueden utilizarse al revés.

Su uso viene de lejos en lugares con pocos medios, ya que lo que se pide a un tejado es su impermeabilización, lo mismo que a los cascos de los barcos, por qué no reciclar los viejos botes para cubrir los cobertizos o cabañas.
Utilizado como refugio de emergencia por los expedicionarios de Shackleton en Isla Elefante.

Ya aparecía un ejemplo en la bonita película escocesa de los ochenta “Local Hero”(aquí titulada “Un tipo genial”).
Solución también que inspiró a grandes arquitectos como Enric Miralles para los lucernarios de la cubierta del Parlamento de Edimburgo.

Buenos y simpáticos ejemplos, paradigma del “reciclaje”, que le brindan una segunda vida útil a los viejos botes, si no volviendo a surcar las aguas, mejor que dejarlos morir en solitarios cementerios de barcos.




2 comentarios:

  1. Una chulada estas casas, para poder disfrutar de una estancia diferente y para auténticos enamorados de la mar, un sitio único para vivir sin duda alguna!!

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    Respuestas
    1. Así es. En los tiempos que corren es bueno agudizar el ingenio, y esta es sin duda una solución original y chula.
      Gracias por dejar un comentario a esta entrada. Saludos.

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