CUANDO LA MAR SE ENFADA

Y sigue y no da respiro, un temporal tras otro, a cada cual más potente que el anterior, olas mayores, viento más fuerte y lluvia y más lluvia y granizo y mientras tanto la mar se sigue cobrando lo suyo. Destrozos materiales en puertos, barcos, pueblos y ciudades litorales, pero lo peor son las vidas que se ha cobrado la mar encabritada, desde que entró la primera borrasca profunda del invierno, el 20 de diciembre, la mar se ha llevado ya a cinco personas, la última un chaval de 15 años que el pasado fin de semana se llevó una ola con su bicicleta en la costa lucense.

Los marineros más viejos de la zona dicen no haber visto nada igual en su vida… y no solo aquí en Galicia o en toda la cornisa cantábrica, Portugal, Gran Bretaña y Francia, incluso he escuchado las declaraciones de un viejo pescador de la isla bretona de Ouessant que decía lo mismo, y allí saben de temporales…

No sé en qué se basan los “agoreros” del cambio climático (entre los que me incluyo) que dicen que los fenómenos meteorológicos son cada vez más salvajes… pues, por lo que se ve, va a ser que sí.

Para hoy mismo hay alerta naranja en la costa gallega con vientos que pueden superar los 60 y 70 nudos cerca de la costa, entre 30 y 40 nudos para el resto de la semana y alerta roja por olas para mañana. Un no parar constante. La mar y el viento se empeñan en recordarnos que no somos nada y que nada podemos hacer contra ellos cuando se enfadan.