domingo, 7 de julio de 2013

Primeras sensaciones...

No está siendo lo que se dice un flechazo a primera vista. Demasiadas cosas pendientes por hacer para su inicio de temporada. Mucho que limpiar, reparar, conocer y poner a punto en poco tiempo.
 Pero el barco no tiene la culpa de no haber estado bien atendido en los últimos tiempos. No dudo que en algún momento antes lo estuviese, pero desde luego no durante este último invierno. En cualquier caso, trabajos que deberían haberse hecho ya.
 También he echado de menos la ayuda o el apoyo del anterior patrón en esta transición, en fin… una decepción, aunque en el fondo no tanto, pues nos conocemos de hace mucho tiempo. “Obras son amores y no buenas razones”. Parecía que sí, pero no. Por el contrario sí he recibido la ayuda de algún amigo y compañeros de pantalán, pues hay cosas en este barco que cuesta hacer solo.
 El primer intento de salida fue un desastre y quedó truncado, frustrante, no obstante un par de días más tarde por fin salimos a navegar… buen viento del nordeste, mar llana en la ría y un bonito día.
Tenía ganas ya de sentir las primeras sensaciones a bordo navegando a la vela y ahí sí que no hubo decepción de expectativas.
Potencia y estabilidad de rumbo serían quizá las primeras impresiones, y por decir algo, posiblemente la trasmisión hidráulica del timón que quita la sensibilidad a la mano, aunque al piloto automático le parece bien. Al final el mejor sabor de boca… las ganas de volver a salir a navegar en él.

2 comentarios:

  1. Wao, que veloz es, debe ser una experiencia maravillosa tener un bote así

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tenerlo, no sé, pero navegar en este bote sí que es una buena experiencia. :-)
      Gracias por dejar tu comentario, Diana.

      Eliminar

Si eres una persona de bien, deja aquí tu comentario