domingo, 21 de julio de 2013

NO CORTA EL MAR SINO VUELA...

En un velero de cierta envergadura, cerca de 18 metros de eslora con un desplazamamiento en torno a las 24 toneladas, que podríamos ya empezar a considerar grande, aunque esto último depende de con qué lo comparemos y en qué estemos habituados a navegar, la sensación que produce al navegar a vela con viento fresco es la de estar siendo llevado con gran inercia bajo una fuerza que tensa jarcia y velas que en cierta manera te sobrepasa.
Un auténtico come millas que tiene hambre de mar y le abre el apetito a uno.
 

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