¡QUÉ SENSACIÓN!

Qué sensación debe ser doblar el mítico y temido Cabo de Hornos... después de recorrer dos terceras partes del mundo, en solitario. Dejar atrás la dureza y el estrés que supone navegar a lo largo del Índico y Pacífico sur, los vientos fuertes, la mar grande, el frío, los hielos flotantes y la sombra, y sobretodo porque representa la "vuelta de la esquina" psicológica para retornar a casa.
Ni los que lo han pasado varias veces pueden ocultar su alegría, para más, los que entran por primera vez en el selecto grupo de los "caphorniers".
En este vídeo vemos la alegría de Alessandro di Benedetto, último en volver al Atlántico en esta Vendee, pero no es su primer paso. Ya lo hizo cuando dió la vuelta al mundo en solitario y sin escalas a bordo de un 6.50 m.(manda  hue...).

Champagne pour Alessandro au Horn por VendeeGlobeTV

"cuando Alessandro se acercó a Cabo de Hornos, el desastre golpeó su aparejo con tal severidad que salió dañado en esos mares violentos. Desarboló. El 2 de abril de 2009, después de recibir instrucciones de su equipo en tierra, Alessandro desechó el apoyo ofrecido desde la costa chilena y armó un aparejo de fortuna para pasar el Cabo de Hornos a vela. El equipo de tierra pensó: ¿Hablaba en serio? ¿Él era loco? El Cabo de Hornos es generalmente el cabo más duro de doblar de los siete mares aún para una tripulación de expertos en los mares del sur y este chico loco pensaba montarlo con aparejo de fortuna. Lo hizo. " (de Foqueuno)