lunes, 15 de octubre de 2012

AL CARAJO


"CARAJO" es la palabra con la que se denominaba a la pequeña canastilla que se encontraba en lo alto de los mástiles de los antiguos grandes veleros y desde donde los vigías oteaban el horizonte en busca de señales de tierra u otras naves.

Por su altura, movimiento e incomodidad era considerado un lugar de "castigo" para aquellos marineros que cometían algún error o desempeñaban mal sus funciones y que por tanto querían quitar de su vista mandándolos al carajo.

Así pues enviaría al carajo a aquellos personajillos inútiles y chapuceros que nos han llevado a la situación actual, yéndose de rositas y a los que seguimos manteniendo.
Por no haberlos enviado al carajo en su momento aún tienen el cuajo de pretender volver a indicarnos lo que debemos hacer, pidiendo nuestro apoyo sin asomo de vergüenza.
Al carajo enviaría también a los actuales personajillos que han cometido fraude a la “democracia” haciendo justo lo contrario que dijeron para que los pusiéramos donde están. Y a pesar de todo también pretenden volver a hacerlo con sus nuevas campañas huecas, serviles para con quien no corresponde,  cortas de miras y sin imaginación.

Al carajo con los que defraudaron a los conciudadanos que los eligieron para regir sus villas, trepando hasta otros cargos en estamentos supuestamente más altos, delegando su puesto en manos de personajillas no elegidas, carentes de carisma y aptitud, que treparon siempre a la sombra de anteriores personajillos.
O a las que abandonan, a mitad de camino, la nave de la comunidad que las eligió, porque no saben cómo salir de los entuertos en los que nos han metido. Lo mismo que a los que recurren a la insolidaridad oportunista para distraer a la “borregada” de su incompetencia, cambiando el sentido de la célebre frase del maestro Mies Van der Rohe “Menos es más” por “Mas es menos”.
   
Al carajo también con los usureros avariciosos que aprovechándose de la incapacidad de los pusilánimes que pusimos para controlarlos, pretenden saldar sus errores a costa de todos los demás.

Pensándolo mejor y en vista pues de lo hacinado que estaría el lugar, lo más adecuado sería pasarlos por la quilla. Y dejen que sea yo pues el que me vaya, tranquilamente y lejos de sus miserias,  al carajo.

P.D. Una vez más me viene a la mente mi frase preferida:
"Quien pudiera perderse en el mar, lejos del mundo del hombre..." Si es que aún queda mar para perderse.

4 comentarios:

  1. En el Índico hay unas islas que se llaman de Pedro Carajo. Tú quédate, que haces relatos estupendos, fotos preciosas, con calamares, puertos y barcos. Mandémosles a ellos a las islas, sin calamares, ni barco, ni puerto. Del mástil a lo peor bajan sin caerse. Un abrazo, Jorge.

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    1. Gracias por tus ánimos Jose Antonio.
      No sé si se merecen tanto como enviarlos a unas islas del Índico (suena demasiado bien y allí no tienen culpa de nada), aunque a indeseable que huye, puente de plata... Pero mejor me voy yo a las islas de Pedro y ellos que se vayan simplemente al Carajo.
      Abrazos, torrero :-)

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  2. quien pudiera irse al caraja "por mar"
    la verdad es que esta entrada me ha hecho elevar la voz cuánto sabes!
    un placer leerte aunque sea en silencio por falta de tiempo...
    besitos!

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    1. Un placer es seguir teniéndote por aquí, Aniña.
      Gracias.
      Bicos!

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