sábado, 28 de marzo de 2015

CHINESE GYBE

Trasluchada china (o irse de arribada ) ha sido una expresión muy utilizada esta pasada semana entre la flota de la Volvo Ocean Race, ya que en cuatro de los seis barcos se han producido trasluchadas involuntarias quedándose tumbados.
Sin duda ha sido un “buen” recibimiento del Océano Antártico, que al final de la semana les ha dado un respiro para coger aire de cara a las condiciones que volverán a encontrar a su paso por Cabo de Hornos.

 Llama la atención el porcentaje (4 de 6) de los barcos que se han dado la bofetada, afortunadamente sin consecuencias graves en ninguno de ellos, en cuanto las condiciones se han puesto duras de popa.
Con olas de hasta siete metros y vientos en torno a los 35 nudos algunos barcos han llegado a perder momentáneamente el control, como el caso del Abu Dhabi que alcanzó los 37 nudos de velocidad en un planeo.
El primero en pegar una “trasluchada china” ha sido, como no podía ser de otra manera, el barco chino Dongfeng, que perdió el control durante la noche, quedándose tumbado 90º hacia barlovento durante unos angustiosos minutos. También les ha ocurrido a Abu Dhabi, Mapfre y SCA, algunos en más de una ocasión.

En esas condiciones es fácil que hubiesen tenido consecuencias muy graves, como la caída de algún tripulante al agua o roturas de jarcia, pero afortunadamente sólo han tenido desperfectos menores, como rotura de algunas velas.
Hay quien achaca este alto porcentaje al diseño de los actuales monotipos VO65, pero a su favor hay que decir que por ahora ninguno de ellos se ha roto.

Lo más frecuente, en el caso de estas trasluchadas involuntarias en las que el barco se va de arribada incontrolada, es que ocurra navegando con spi, cuando se da una combinación de circunstancias como un mínimo despiste del timonel, ola y viento que hacen que el centro vélico se desplace demasiado a barlovento, produciendo una “escora negativa” hasta el punto que la pala del timón pierde efectividad, y por tanto el control del barco, hasta que la vela mayor cambia violentamente de banda y queda el barco tumbado con el palo al agua.
Es peor si el barco lleva burdas, ya que la mayor queda apoyada a la contra sobre la burda de barlovento, lo que no permite la recuperación y adrizamiento del barco hasta que no se consigue descargar la vela de viento.
En navegación de crucero hay detractores y defensores de utilizar retenida de mayor ( o “portuguesa”) ya que puede producir el mismo efecto que si llevásemos burdas. Personalmente me encuentro entre los defensores de la “portuguesa”, siempre y cuando se pueda largar controladamente desde la bañera, pero hay otras soluciones válidas, como el uso de “freno de botavara”. Sistema también muy utilizado en crucero que ralentiza el paso involuntario de la botavara de una banda a la otra, evitando accidentes graves entre la tripulación y el adrizamiento paulatino de la embarcación.
Es difícil establecer un protocolo de actuación en estos casos, dependiendo de las circunstancias y el tipo de aparejo, pero lo que sí es común es que llegado el caso de la pérdida de control del barco, lo primero que hay que hacer es agarrarse fuertemente y luego, sin perder la calma, ya se verá lo que urge más hacer.

De todas formas, los casos de trasluchada china entre los barcos de la Volvo, no se encuentran en las mismas circunstancias que el resto de navegantes de “a pie”. No se producen tanto por el desplazamiento hacia barlovento del centro vélico (no suelen producirse bajo spi y no utilizan spis simétricos), sino a una combinación de dos circunstancias.
Por un lado las endiabladas velocidades que alcanzan en planeo provocan que claven la proa en la ola precedente, frenando bruscamente su velocidad al tiempo que el viento aparente se va hacia la popa. Por otro lado la orza pivotante, que en ese momento lleva su bulbo a barlovento, es la que provoca la “escora negativa” y que el barco se vaya de arribada hasta atravesarse a la mar y el viento, ayudados por el hecho de que las burdas no dejan vaciar la mayor y así el barco queda tumbado 90º durante unos interminables minutos.
El caos que provoca a bordo es importante, tanto fuera como dentro, y lo primero que deben hacer es accionar el mecanismo de la orza para que pivote hacia la otra banda, desacuartelar las velas de proa y cazar las burdas que no iban trabajando para largar las que impiden abrir la mayor.

Llama también la atención lo que comentan algunos tripulantes sobre los instantes en que permanecen tumbados, y es el silencio que se produce al quedarse parados, después de ir despendolados dando saltos sobre las olas, lo cual ayuda a la hora de comunicarse en la maniobra.

Una vez que el barco vuelve a adrizarse y coger velocidad es el momento de ver los desperfectos causados y volver a poner en orden tanto el interior como la bañera.
Sin duda una experiencia intensa sino aterradora cuando te encuentras en plena noche en el Océano Antártico con 35 – 40 nudos de viento y olas de más de cinco metros, mojado y frío.

Como dije, después de un breve respiro, y en un par de días, la flota se enfrentará a un Cabo de Hornos en su salsa, es decir, con más viento, olas y frío.
Divertido para estar un par de horas, pero no más…

En estos vídeos podemos ver algunos ejemplos de las ya famosas “chinese gybes”.  

miércoles, 11 de marzo de 2015

CASAS BARCO

Que no barcos casa.

Una solución bastante extendida en las islas del norte por pescadores y cribeiros para hacer cobertizos, incluso casas, es reutilizar los cascos de viejos botes o barcos como cubierta, es decir, como tejado.

Donde las cerchas son cuadernas y los forros de tingladillo conforman los faldones del tejado.
Aunque también pueden utilizarse al revés.

Su uso viene de lejos en lugares con pocos medios, ya que lo que se pide a un tejado es su impermeabilización, lo mismo que a los cascos de los barcos, por qué no reciclar los viejos botes para cubrir los cobertizos o cabañas.
Utilizado como refugio de emergencia por los expedicionarios de Shackleton en Isla Elefante.

Ya aparecía un ejemplo en la bonita película escocesa de los ochenta “Local Hero”(aquí titulada “Un tipo genial”).
Solución también que inspiró a grandes arquitectos como Enric Miralles para los lucernarios de la cubierta del Parlamento de Edimburgo.

Buenos y simpáticos ejemplos, paradigma del “reciclaje”, que le brindan una segunda vida útil a los viejos botes, si no volviendo a surcar las aguas, mejor que dejarlos morir en solitarios cementerios de barcos.




martes, 10 de marzo de 2015

FALLECE LA NAVEGANTE FRANCESA FLORENCE ARTHAUD

La que era conocida como la pequeña novia del Atlántico, falleció ayer lunes junto a otros dos deportistas de élite franceses, la nadadora Camille Muffat y el boxeador Alexis Vastine, cinco miembros de la cadena de televisión francesa TF1 y los dos pilotos de los helicópteros que chocaron en el aire mientras rodaban en Argentina un reality.

Florence Arthaud  había participado en cuatro Rutas del Ron en solitario, además de más de ocho Transats, Solitaires du Figaro , record del Atlantico Norte en solitario y una Transpacífica que ganó en 1997 con Bruno Peyron. Pero lo que era más conocida es por haber sido la primera mujer que ganaba la Ruta del Ron en solitario a bordo del trimarán Pierre 1er en 1990.

Se dedicó al mundo del arte, pero no abandonó la mar. En 2011 cayó por la borda de su barco frente a la costa francesa y fue rescatada gracias a su teléfono móvil.
En algún momento de su vida tuvo problemas con el alcohol lo que le dificultó posteriormente encontrar patrocinadores para varios proyectos náuticos.

Se ha ido pues una gran navegante que dejó su nombre inscrito  en la historia de la navegación oceánica. D.E.P.

viernes, 6 de marzo de 2015

PROXIMOS PROYECTOS ESCANDINAVOS PARA LA VOLVO

Ya se han construido los barcos para los próximos proyectos de Noruega y Dinamarca en la Volvo Ocean Race, volviendo a los métodos y diseños tradicionales.

Obviamente es broma, pero es igualmente espectacular y emocionante ver a estas réplicas de los Drakkars originales navegando en todo tipo de condiciones, alcanzando planeos de 14 ó 15 nudos de velocidad.

El barco lleva un chigre que se utiliza para levantar y bajar el mástil, aunque por lo que se ve también “baja” involuntariamente en alguna ocasión. Vamos, como los de ahora. Incluso tienen “outriggers”, como los de ahora también.

 
Si queréis más información sobre este Drakkar, aquí tenéis el enlace de su facebook. https://www.facebook.com/DrakenHaraldHarfagre 

Otra travesía espectacular de una unidad hecha en Dinamarca.
Si os ha enganchado el tema, como a mí, podéis ver un reportaje más largo de la BBC en el siguiente enlace: http://youtu.be/Q8jhnrNHk3g

martes, 3 de marzo de 2015

NUEVA ZELANDA, O EL PARAISO DE LA VELA

¿Por qué a Auckland  se le llama la ciudad de las velas?
En Auckland y Nueva Zelanda en general, se considera a la vela, junto al rugbi, como deporte nacional. Podría decirse que allí navega casi todo el mundo y a los navegantes que destacan, y son muchos, se les trata y admira como aquí a las estrellas del futbol. Donde el público se vuelca con los grandes acontecimientos náuticos, en especial si hay un equipo  “all black”.
Como referencia, el país tiene poco más de la mitad de la superficie de España y unos cuatro millones y medio de habitantes frente a los cuarenta y seis millones y medio de España, es decir, la décima parte.

Los kiwis lo han ganado prácticamente todo en el mundo de la vela, desde campeonatos del mundo en distintas clases y categorías, fueron los reyes de las “Ton Cups” IOR, con barcos tan revolucionarios como “Waverider”, “Gunboat Rangiriri”, “Red Lion”, “Jenny H”, “Mr Jumpa”, “Export Lion” o “Propaganda” entre otros. Este último llevado por Brad Butterworth, parte del equipo que ganó la Admiral´s Cup para Nueva Zelanda.

Cuentan también con victorias en la America´s Cup o la Whitbread Round the World Race y, desde que se denomina Volvo Ocean Race  un skipper neozelandés, Mike Sanderson, ganó la edición 2005-06 con un barco de bandera holandesa, el “ABN Amro I”, pero rara es la tripulación que no cuenta al menos con un neozelandés entre sus filas.

En la Whitbread Round the World Race 1989-90 Peter Blake ganó con “Steinlager 2”. En la edición 1993-94 hubo dos clasificaciones debido a la introducción de la clase W60, ganando en clase Maxi el “NZ Endeavour” con Gran Dalton y en clase W60 el “Yamaha” de Ross Field. A parte de los ya nombrados, famosos son barcos como “Ceramco New Zealand”(1981) de Peter Blake, “Lion New Zealand”(1985) de Peter Blake con Gran Dalton a bordo, “Fisher & Paykel”(1989) de Gran Dalton, “Merit Cup”(1997) de Gran Dalton, “Amer Sports One” (2001) de Gran Daltón y “Camper”(proyecto hispano neozelandés de la anterior edición de la VOR que aunque patroneado por el australiano Chris Nicholson, contaba con Gran Dalton como director del Team New Zealand).

No menos famoso el maxi catamarán, “Enza NZ” con el que Sir Peter Blake, junto a Sir Robin Knox-Johnston, batieron en su momento el record de vuelta al mundo en el Trofeo Julio Verne.

En la America´s Cup los neozelandeses, a los que se les da bien el “Match Race”, disputaron la final de 1988 al estadounidense “Stars & Stripes”, ganándola en 1995 con “Black Magic” y en 2000 con “Team New Zealand”, siendo de nuevo finalistas en 2003, 2007 y 2013 contra Alinghi y Oracle Team USA, esta última estuvieron muy cerca de volver a llevársela, pero los rivales contaban con famosos “mercenarios” kiwis en sus equipos.
En cualquier caso siempre están entre la élite de las distintas competiciones de vela a nivel mundial, siendo sus navegantes muy bien considerados internacionalmente, tanto por su capacidad técnica como por su dureza y resistencia.
Neozelandeses son navegantes ya míticos como Sir Peter Blake, Gran Dalton, Russell Coutts, Chris Dickson, Brad Butterworth, Dean Barker, Ross Field, Mike Sanderson, Stu Bannatyne, Rob Salthouse, Tony Rae, Daryl Wislang, Ryan Houston, Dave Swete…

Quizá su punto menos fuerte está en la navegación en solitario, en la que se llevan la palma los franceses, pero en ese campo  están las populares Naomi James, primera en dar la vuelta al mundo en solitario sin escalas por la ruta de los tres cabos y la jovencísima Laura Dekker con su vuelta al mundo en solitario cuando contaba con 14 años.

También a nivel de diseñadores de barcos de competición y recreo han estado durante décadas, y siguen estando, entre los mejor considerados del mundo, con nombres como Laurie Davison, Ron Holland y Bruce Farr.

Con todo este plantel como no “temer” a los kiwis en las grandes competiciones de la vela mundial, no en vano los Maories fueron pioneros navegantes que llegaron a estas islas desde la Polinesia.