jueves, 22 de enero de 2015

UN LIBRO, UN BARCO, UN HOMBRE Y UN PUEBLO

El libro “Por el amor del SAUNTRESS”,  el barco el “SAUNTRESS”, el hombre Martin O´Scannall y el pueblo, Redes.



“Fort he love of SAUNTRESS” es el libro que el irlandés Martin O´Scannell ha escrito conmemorando el 100 cumpleaños de su precioso barco, el “Sauntress”, sobre los 40 años que llevan de relación, ahora ya casi 42 desde que se encontraron en 1973.

Sobre el “Sauntress” ya hice una entrada hace unos años en el NAUTIBLOG, pues muy posiblemente es mi barco favorito de la Ría en la que vivo, una auténtica joyita.

Martin O´Scannall es un irlandés muy pintoresco que hace ya bastantes años recaló con su barco en el pequeño y marinero pueblo gallego de las Rías Altas, Redes, donde se quedó a vivir, después de haber navegado por Noruega, Holanda, Francia, Irlanda, cruzando el Golfo de Vizcaya para descubrir la “Costa da Morte”.


Apenas he empezado a leerlo, ya que fue un regalo de navidad, pero a pesar de estar en inglés bien merece el esfuerzo pues las historias prometen. Está ilustrado con buenas fotos del fotógrafo, igualmente residente en Redes y aficionado a los barcos, Oscar Companioni.

Publicado por Lodestar Books, es ciertamente recomendable.

jueves, 15 de enero de 2015

HUGO BOSS PRIMERO EN ABANDONAR LA B.W.R.



Que por qué llamo a Alex Thomson “El Gafe”? 

 La pasada noche el IMOCA 60 Hugo Boss, tripulado por el británico Alex Thomson y el español Pepe Ribes, desarboló en el Atlántico Sur, mientras lideraba la Barcelona World Race. Han abandonado la regata y se dirigen a motor hacia Salvador de Bahía, a donde llegarán en un par de días. Los dos navegantes y su barco están bien, no así sus morales y humores, seguro. 

 La verdad es que al parecer fue un caso de mala suerte, al romper una pieza interna del tambor del enrollador mientras realizaban un cambio de vela de proa, sin demasiado viento, sobre 17 nudos, y apenas un metro de ola. 
Pero Alex Thomson se caracteriza por ser un navegante agresivo al que le cuesta “levantar el pie del acelerador”, llevando siempre su barco al límite y la forma de navegar de Pepe Ribes le va a la zaga. 
No en vano en esta BWR ya habían batido el record de salida del Mediterráneo y el de llegada al ecuador, rompiendo cuando le sacaban unas 60 millas al “Chiminées Poujoulat” de Stamm y Le Cam. 
El palmarés de roturas y pérdidas de barcos, apéndices y aparejos de Thomson es impresionante. Creo que su filosofía es “o gano o me sacan de ahí” 

 Desde el Cheminées Poujoulat, el suizo Bernard Stamm también ha mostrado su sorpresa y desolación ante la noticia: “Me acabo de enterar. Jean no lo sabe todavía porque en estos momentos duerme. Estoy desolado por ellos. Por la regata también, es una pena, perdemos al favorito. Nosotros perdemos un contrincante sólido, es siempre una pena. Por nuestra parte, intentamos navegar ya de forma prudente, ya sin este tipo de noticias, pero esto confirma que no hay que hacer los locos”

 Casi en paralelo al Chiminées navega el “Neutrógena” de Guillermo Altadill y José Muñoz, que ahora van segundos y que también lamentaban el abandono de Alex y Pepe. A parte de por su amistad, porque ahora son uno menos al que poder recurrir en caso de problemas en el Gran Sur. 

 Lo siento por la regata, por el equipo de Hugo Boss, por Thomson y sobre todo por Pepe Ribes. ¡Mala suerte!

domingo, 11 de enero de 2015

PAZ EN LA MAR

Atrás ha quedado ya el bullicio de las navidades, de la familia, de los amigos. 
Aún con restos de gripe encima, que te deja como si te atropellase un camión, y abrumado por los radicales religiosos con cerebro de mosquito y corazón de cucaracha, hoy por fin he vuelto a salir a navegar.
El día ha sido espléndido y el síndrome de abstinencia grande, pues llevaba un período demasiado prolongado sin hacerlo y mi alma lo necesitaba. Necesitaba estar un rato a solas con el mar.
La brisa me ha tratado con delicadeza y me he dejado llevar, despacio, en silencio, salvo por el murmullo del agua al paso del barco.

Es enero y el aire está fresco, por eso se nota más el contraste cuando los rayos del sol te acarician, cálidos, la cara. 
Qué sensación más placentera, qué paz. Esa paz que sólo se puede sentir quizá en ciertos lugares. En la montaña, en el desierto, si acaso en la Luna y desde luego, en la mar.

P.D. El Xirifeiro está estupendo. Gracias Eddy.